El silencio es uno de los estados más creativos que existen. Quien lo logra está en condiciones de escuchar a fondo a los demás, a sí mismo o al mundo. Escuchar nos hace más COMPLETOS.
Nada de lo que yo diga me enseñará nada. Para aprender, tendré que escuchar (Larry King).
Nos pasamos el día hablando, aunque estemos solos, ya sea en pensamiento como en voz alta. Constantemente nos contamos cosas a nosotros mismos. Somos seres parlantes y necesitamos, comprender, analizar, memorizar, dar coherencia a la vivencias.
Todo esto lo hacemos con palabras y yo la primera, somos narradores natos, cuenta cuentos, a veces ciertos o alejados de la realidad para sentirnos mejor, en muchos casos nos auto mentimos sin darnos cuenta.
Todo esto lo hacemos con palabras y yo la primera, somos narradores natos, cuenta cuentos, a veces ciertos o alejados de la realidad para sentirnos mejor, en muchos casos nos auto mentimos sin darnos cuenta.
Por supuesto que hablamos con mas gente, nos encanta contar y que nos cuenten, nos divierte comunicarnos.
Pero todo parlante necesita alguien que lo escuche. Encontrar esa persona no siempre es fácil.
Para que la comunicación funcione nos tiene que importar el otro, tenemos que ser capaces ambos de estar ahí presentes.
Hoy, ahora, aquí, desde New york, escribiendo en mi tablet, apunto de almorzar en uno de mis cafés preferidos Carlyle, decorado con murales del artista francés Marcel vertés , me recuerda a la Francia antigua, el silencio es acogedor: No hay música pues se espera esta noche a Woody Allen y los músicos de jazz que habitualmente amenizan cada día este emblemático lugar, descansan.
Se diría que nuestra sociedad teme al silencio, como si pudiera surgir algo malo, ¿Tal vez necesitemos el ruido para relajarnos?.
Me encanta escuchar a la gente, que me cuenten, me expliquen, esta en mi naturaleza, no me gusta dar consejos pero si mi opinión ( una persona de mi pasado, que gracias a dios ya no existe en mi presente ni en mi futuro, me acuso injustamente de ser manipuladora, tan solo porque se lo había dicho una "amiga conocida a través de una red social") simplemente por el hecho de saber escuchar y tener la libertad de opinar y decir lo que pienso, no regalando los oídos gratuitamente para hacer sentir mejor a la persona que me cuenta y en este caso a él..
Y no me arrepiento, al contrario me demuestra que quien piensa así, si es el manipulador, un vampiro de sentimientos que se alimenta de los demás.
No hay nada mejor frente al sufrimiento del alma que ser escuchado y comprendido, me lo enseño mi madre y procuro no olvidarlo.
Y no me arrepiento, al contrario me demuestra que quien piensa así, si es el manipulador, un vampiro de sentimientos que se alimenta de los demás.
No hay nada mejor frente al sufrimiento del alma que ser escuchado y comprendido, me lo enseño mi madre y procuro no olvidarlo.
A final del mes de marzo estaré en Milán, cerca del río Naviglio hay una pequeña cafetería muy vieja que suele hacer unos capuchinos fantásticos, me encanta sentarme en su pequeña terraza y escuchar el sonido del agua, sentir el silencio que de buena mañana se disfruta en ella, mientras el sol sale con todo su esplendor.
La calma interior que siento es enorme, y la paz de mi espíritu en ese momento no tiene precio.
Aprender a escuchar y escuchar al silencio es fundamental para sentirnos vivos.
alicia alvarez