No importa lo difícil que nos lo ponga la vida.
Si nuestra voluntad es férrea nada nos impedirá ser quien queramos y hacer lo que deseemos.
La capacidad del ser humano para hacer sufrir no tiene límites. Como tampoco la tiene la vergüenza de ver sufrir a otro y no hacer nada. Nuestra voluntad, siempre más débil de lo que nos imaginamos, se esfuma, desaparece, miramos a otro lado aunque tengamos los ojos fijos en el sufrimiento.
Hay personas a las que no les importa ver y hacer sufrir a otros y disfrutan con ello, el egoísmo, egocentrismo, e incluso el creerse sobre valorados por otras personas que les alagan y hacen que su ego suba como la espuma, les ciega ante la verdadera esencia de la humanidad.
Pero yo no juzgo a nadie, pues no es mi cometido, allá cada cual con sus actos, como nos comportemos con los demás, se comportara la vida con nosotros.
Siempre he confiado en mi intuición, tal vez por ello no me vaya tan mal a día de hoy.
He tomado decisiones dolorosas últimamente, decisiones que cambiaran mi destino, pero también me hacen sentirme mejor conmigo misma.
Sé, que tengo que caer para poder levantarme, para tener la suficiente fuerza de seguir mirando al frente.
El pasado no se puede ni se debe cambiar, pero si aprender de él.
No digo que no sufra, que no llore cada noche, que no grite, que no piense que me he equivocado, si no lo hiciera, no sentiría, no podría amar de nuevo, no sería persona, ni podría sobrevivir.
Mi corazón sigue mal herido por las múltiples cicatrices que la vida me ha dejado a su paso, pero no por ello desfallezco ni un segundo de mi existencia, lucho con firmeza en cada momento, para que siga latiendo fuerte y con ganas de vivir.
Creo en mí, en volver a disfrutar del amor, tener hijos, un futuro mejor que el pasado……..SEGUIR SIENDO LIBRE, y sobre todo .....SEGUIR SIENDO YO…
alicia alvarez
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