
Tienes el corazón más puro que conozco.
Tus brazos me dan consuelo.
Tus manos son tan suaves, las siento en tus caricias.
Tus ojos son estrellas, que iluminan mis noches de angustia.
Tus labios me confortan, cada vez que tropiezo y siento, el dolor en mi pecho.
Tus palabras son aliento para mi en mis momentos más amargos, y la cura para mi alma desgarrada.
Tu amor el regalo más maravilloso, que la vida me ha brindado.
3 comentarios:
Se echan de menos a menudo estos corazones puros. Las madres, siempre comprensivas, lo soportan todo, todo por sus hijos.
Ojala muchos hij@s, se paren un segundo de su vida a pensar en sus madres.
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