
Erase queseeraaaa....
un niño que le encantaba jugar y odiaba la idea de hacerse mayor.
Cierta noche, mientras dormía, apareció volando de la nada un hada pequeñita que lo despertó y le preguntó:- ¿Quieres ser siempre un niño y no dejar de jugar nunca más?.- Sí, contestó Niño Pan y el hada su deseo le concedió.


Todas las noches, Niño Pan volaba hasta la habitación de sus amigos, los llamaba cuando estaban dormidos y se iban con él a un parque cercano en el que jugaban y jugaban hasta casi el amanecer.
Después todos volvían a sus casas y a sus camas y nadie sabía lo que ocurría.De esta manera, los niños disfrutaban del día y la noche y se pasaban jugando el día entero.
Niño Pan no creció, pero el resto de los niños sí; por eso, iba buscando niños diferentes cada día y le gustaba jugar con todos.
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