No me catalogues como rara
solo soy diferente a las demás

viernes, 6 de febrero de 2009

UNA SIMPLE SONRISA


 

No cuesta nada, y cuánto nos da a todos, una sonrisa simple y llanamente.

Enriquece el alma de quien la recibe y no empobrece a quien la da.

Cuando sonreímos a alguien es cosa de segundos y perdura en la mente siempre, no hay nadie, ni rico ni pobre que no pueda pasearse sin una sonrisa en su rostro, y nadie  es tan pobre que no pueda  ser enriquecido así mismo  con ella.

Hay personas que están cansadas de la vida, sobre todo por las guerras,  que no pueden regalar sonrisas,  seamos nosotros quienes les regalemos las nuestras, porque no hay nadie que más las necesite que una persona que no la puede ofrecer.

La sonrisa, no se puede comprar, ni mendigar, ni trapichear, ni prestar, simplemente se da.

Dedicado a todos aquellos que necesiten de una sonrisa.

 

 

1 comentario:

rosi dijo...

Sonriamos al mundo, aunque este podrido. Es lo máximo que como seres humanos tenemos.